El blanqueamiento dental es un tratamiento estético que consiste en cambiar el tono de color de las piezas dentales para que tengan un aspecto blanco, brillante y sano, ya que con el paso del tiempo los dientes van perdiendo su blanco original y se van manchando. Es un tratamiento que se tiene que realizar siempre bajo la supervisión de un doctor. Se realiza en pacientes con tejidos y dientes sanos para que el tratamiento sea todo un éxito.
Los blanqueamientos de los que os hemos hablado anteriormente son siempre diagnosticados y prescritos por un odontólogo. Mucho cuidado con los blanqueamientos no autorizados sin prescripción facultativa y sin supervisión
Hay dos tipos de blanqueamientos:
Blanqueamiento dental con luz
Este tipo de blanqueamiento se realiza únicamente en la clínica ya que se necesitan aparatos e instrumental especializado para poder realizar el tratamiento.
Lo primero que haremos una vez se haya diagnosticado el blanqueamiento dental con luz será realizar una higiene dental y pulido, después se harán fotografías para registrar el color inicial de los dientes y se toman unas medidas de la boca del paciente para confeccionar las férulas de blanqueamiento dental en domicilio.
Consiste en aplicar un gel en cada uno de los dientes para luego impregnarlos con una luz que sellará, consiguiendo que el diente blanquee rápidamente Este tipo de tratamiento es rápido y muy eficaz.
En esta fase, el paciente debe conocer y realizar una correcta técnica de cepillado y conocer todos los cuidados que deberá tener durante el tratamiento de blanqueamiento.
Blanqueamiento en casa
Este tipo de blanqueamiento también es diagnosticado por un Odontólogo. Es un tratamiento muy cómodo y practico, además de eficaz. Se basa en unas jeringas de gel blanqueador y unas férulas que se hacen previamente en la clínica.
Para un buen resultado, lo primero será un buen cepillado para mejorar la efectividad del tratamiento que penetre el gel blanqueador directamente en el diente.
El procedimiento es muy sencillo. Se aplica el producto blanqueante dentro de la férula (una gotita por cada diente). Posteriormente, se colocan las férulas en ambas arcadas el tiempo estimado por tu Odontólogo. Una vez transcurrido el tiempo previsto de tratamiento, enjuagarse muy bien la boca para eliminar restos del gel blanqueador, limpiar correctamente las férulas y guardarlas en su casa.
La cantidad de sesiones en casa, será prescrito por tu dentista y dependerá, entre otros factores, del tono de tus dientes. Es muy importante que durante el tratamiento tengas en cuenta las siguientes contraindicaciones:
- No debemos comer con las férulas puestas
- No se podrá fumar
- Se desaconseja la ingesta de vino tinto, café, refrescos, vinagres, curry, alimentos y bebidas que puedan producir tinciones en los dientes, por ello, durante el tratamiento es aconsejable evitarlos para conseguir un mejor resultado en el tratamiento.
Los blanqueamientos de los que os hemos hablado anteriormente son siempre diagnosticados y prescritos por un odontólogo. Mucho cuidado con los blanqueamientos no autorizados sin prescripción facultativa y sin supervisión que se anuncian mediante redes sociales, ya que ni blanquean ni eliminan manchas y tienen una alta capacidad abrasiva, produciendo desgaste del esmalte sano, aumentando la sensibilidad y dañando los tejidos de la boca como, por ejemplo, el carbón activado que tanto hemos visto en las influencers entre otros productos publicitados.