La Ortodoncia Funcional favorece el crecimiento y correcto desarrollo del hueso maxilar y la mandíbula, evitando la aparición de posteriores complicaciones o anomalías dentofaciales.
El requisito indispensable es que el paciente se encuentre en fase de crecimiento activo. Ya que aprovechamos el “estirón” de los niños para usar todo el potencial de crecimiento y dirigirlo sobre el hueso que más nos interese desarrollar. De modo que en un tiempo relativamente corto, somos capaces de obtener el mejor resultado posible.
En la primera cita, el Dr. David González Zamora valorará si existe alguna alteración funcional, dental o esquelética del paciente, y explicará a los padres cuál es la mejor solución del problema y la cronología del tratamiento. El mismo día podemos tomar todos los registros diagnósticos necesarios (fotografías, escáner intraoral y radiografías) para la confección del aparato funcional.
En la segunda cita (aproximadamente a las dos semanas), el Dr. David González Zamora le mostrará el plan de tratamiento en tres dimensiones, donde podrá ver cómo los dientes se van a mover hasta corregir la maloclusión. Después de darnos su conformidad, se comenzarán a fabricar los brackets y arcos personalizados. Esto se lleva a cabo en EEUU.
El Dr. David González Zamora colocará el aparato funcional y le dará instrucciones de uso tanto al paciente como a sus padres. Las higienistas también les explicará tanto los cuidados básicos del aparato, como la higiene adecuada durante todo el plan de tratamiento. Aconsejamos que acudan los dos padres a esta cita, para que queden muy claras las pautas e indicaciones del aparato.
Seguimiento y control del crecimiento y la erupción de la dentición definitiva.
