La pérdida de estructura dental es un proceso fisiológico que ocurre con el paso del tiempo. Sin embargo, debe considerarse patológico cuando el grado de la misma crea alteraciones funcionales, estéticas y sintomáticas. A parte de la caries y los traumatismos, existen 4 factores causantes del desgaste dental:
- Abrasión: perdida de estructura dental secundaria a la acción de un agente externo, como por ejemplo el cepillado dental traumático
- Abfracción: perdida de estructura dental por excesivo estrés tensil. Cuando las fuerzas de la masticación se aplican sobre el diente con una dirección no axial, el estrés tensil se concentra en el cuello del diente, esto rompe los cristales de hidroxiapatita del esmalte y produce unas lesiones en cuña en los cuellos dentarios profundas y estrechas.
- Por otro lado, la atricción es la pérdida de estructura dental causada por el contacto diente-diente durante la oclusión y masticación. Puede afectar la dentición temporal y la permanente. Las superficies más afectadas son las superficies palatinas de los incisivos superiores y las vestibulares de los incisivos inferiores. En el examen clínico se observan facetas de desgaste aplanadas, brillantes y alargadas que coinciden con el patrón oclusal.
- Erosión: disolución de la estructura dental secundaria al contacto con compuestos químicos SIN ACCION BACTERIANA, como quelantes y ácidos. Los factores causantes pueden ser intrínsecos (reflujo gastroesofágico, anorexia nerviosa y bulimia) o extrínsecos como agentes ambientales, medicamentos, estilo de vida y dieta. Actualmente la erosión es un problema clínico significativo, que esta aumentando en la población joven y adulta sobre todo por la ingesta continuada de bebidas ácidas y bebidas carbonatadas como la Coca Cola.
¿Cómo prevenir el desgaste dental?
- Como principales medidas de prevención destacaremos la reducción de la frecuencia de consumo de bebidas carbonatadas y zumos de frutas con altos niveles de acidez.
- Aumentar la ingesta de lácteos (queso, leche) que contienen caseína.
- El cepillado de dientes debe evitarse inmediatamente después de consumir bebidas y alimentos ácidos, ya que el ácido ablanda el esmalte y lo hace susceptible al daño por cepillado.
- En el caso del bruxismo, el tratamiento suele requerir una férula de descarga durante el sueño
- La abrasión se puede evitar utilizando una técnica de cepillado correcta y evitando hábitos nocivos como el mordisqueo de uñas o utilizar los dientes como herramientas para abrir o sostener objetos.
Tartamiento
- Si el problema ha progresado hasta el punto de que gran parte del diente se ha desgastado, el tratamiento restaurador puede ser necesario para detener la progresión, reducir la sensibilidad y evitar el daño al nervio dental
- Este tratamiento suele pasar por la colocación de carillas, incrustaciones o coronas para recuperar la anatomía de los dientes y la distancia correcta maxilo-mandibular.