En la actualidad la colocación de implantes dentales es el tratamiento de primera elección en pacientes que han perdido alguna o varias de sus piezas dentales. Gracias a toda la documentación bibliográfica que está a nuestro alcance, se ha producido un incremento significativo a la hora de colocar los implantes dentales. Por ello, es imprescindible informar y lograr transmitir a todos los pacientes que el éxito de los mismos depende directamente del correcto mantenimiento periódico.
A la hora de planificar los mantenimientos implantológicos podemos dividirlos en dos grandes grupos:
Por parte del paciente
Se requiere colaboración, responsabilidad y motivación. Esto significa llevar unas correctas técnicas de higiene oral después de cada ingesta y visitas periódicas al dentista. El mantenimiento es de por vida.
El cepillado solamente resulta insuficiente para poder acceder a todos los accesos y rincones de nuestra cavidad bucal. Como ya sabemos la boca está llena de bacterias que afectan a nuestras encías y dientes.
También hay que destacar la importancia de controlar la placa y para ello disponemos a nuestro alcance el revelador de placa (plac control) que nos indica si hemos cepillado correctamente o no nuestros dientes.
Los recursos que están a nuestra disposición para complementar una correcta técnica de cepillado y así garantizar una mayor vida a nuestros implantes son:
- Hilo o cinta dental. Existe una seda dental denominada <superfloss que facilita la higiene en prótesis y elimina importante cantidad de placa interdental y subgingival.
- Cepillos interdentales
- Irrigador bucal
- Colutorio de mantenimiento que no lleve alcohol, para evitar daños en las mucosas, ni tampoco clorhexidina (su uso prolongado provoca tinciones que se eliminan con la limpieza bucodental).
Se requiere colaboración, responsabilidad y motivación. Esto significa llevar unas correctas técnicas de higiene oral después de cada ingesta y visitas periódicas al dentista. El mantenimiento es de por vida.
Por parte del odontológo
En primer lugar, evaluamos el grado de satisfacción, estética y comodidad por parte del paciente que porta un implante dental.
Examinamos los siguientes parámetros:
- Ajuste de la prótesis, detectamos si existe una movilidad o no
- Estado de la encía: una encía sana debe tener un color rosado y estar firmemente adaptada con el fin de evitar inflamaciones y posibles afectaciones de los implantes o dientes. Si existe sangrado es el primer signo de alerta.
- Control de higiene oral y reforzar técnicas de cepillado. Detectamos si hay sarro o no y procedemos a limpiar los implantes con unas puntas/ curetas específicas de teflón o titanio para evitar dañar el implante.
- Control radiográfico con el fin de poder establecer una evolución y vigilar que el hueso se mantiene correctamente y no hay defectos que requieran ser tratados.
- Sondaje tanto en los implantes como en los dientes para mantener correcta salud periodontal e implantológica.
- La oclusión es un factor muy importante, dado que una mordida correcta evita aflojamientos de los implantes y posibles complicaciones.
Respecto a las visitas periódicas que hay que hacer al odontólogo establecemos como pauta:
- Al mes de la colocación de la prótesis sobre los implantes
- A los 3 meses
- A los 6 meses
Dependiendo de las necesidades del paciente, podemos acortar estos tiempos siendo los mantenimientos cada 4-6 meses (suelen ser pacientes periodontales) o por el contrario espaciarlo a una revisión anual, siempre y cuando todos los parámetros estén correctos, sea colaborador y las técnicas de higiene oral sean excelentes.
Por todo lo mencionado con anterioridad, se demuestra la importancia del mantenimiento de implantes y dientes con el fin de tener salud bucodental y prolongar la vida de los implantes. De este modo evitaremos reacciones adversas en los tejidos que rodean al implante y la pérdida de hueso.