Cualquier edad es buena para compenzar un tratamiento de ortodoncia. Una sonrisa bonita, limpia y alineada ha dejado de ser un capricho para convertirse en un requisito. En el mundo en que vivimos la imagen no es la vieja “carta de presentación” sino un instrumento de primera necesidad. Por ello la edad no importa y siempre es momento de ponerse en manos de un especialista y comenzar una ortodoncia.
Por otra parte, la técnica ha avanzado muchísimo y las molestias producidas por el tratamiento cada vez son menores, a la vez que los tiempos se acortan.
- En la mayoría de los casos se puede practicar la ortodoncia. No solo los niños pequeños, sino también algunos adultos pueden sufrir anomalías en las encías o los huesos, por eso es importante hacer una evaluación completa previa a comenzar cualquier tratamiento.
- La ortodoncia no solo es un tratamiento estético. Aparte de poder lucir una bonita sonrisa, es muy beneficioso para la salud, ya que puede ayudarnos a corregir defectos en la dentadura que pueden llegar a ser muy molestos. Este tipo de problemas dentales pueden producir desde la pérdida del hueso a dolores cervicales… Así que atento si algo no va bien en tu cuerpo.
- Puedes llevarlos y que nadie se dé cuenta. A día de hoy no sólo existen los brackets metálicos, también hay infinidad de posibilidades que ayudan con el tema de la estética. La ortodoncia lingual invisible personalizada hace que muchos adultos tomen la decisión de llevarla ya que los aparatos no se ven porque están detrás. También hay otros tratamientos como el “Invisaling” o el “Sistema insignia”.
- Es más rápido. Son más rápidos que hace años gracias al avance de los tratamientos y de los materiales, lo que acelera el proceso de corrección de los dientes. Cada tratamiento tiene sus propias fechas de uso, pero más o menos oscila entre los 12 y los 30 meses.
- No molesta tanto como dicen. Si bien es cierto que al ser más mayores es posible que aparezcan algunas dificultades y pueda doler un poco más. Que eso no sea ningún impedimento.
- Mejora la autoestima. Sonríe sin complejos, la ortodoncia rejuvenece el aspecto de la cara y seguro que mejora tu autoestima una vez finalizado el proceso. La sonrisa con la que siempre habías soñado puede hacerse realidad.
- Sale bien si acudes a un buen profesional. Asegúrate de que vas a una clínica con los mejores profesionales, siempre acreditados y con experiencia.
- Mejora la higiene. El mal encaje de los dientes hace que la higiene sea más sucia, no llegas bien con el cepillo y se acumula más el sarro. Con la ortodoncia conseguirás unos dientes bien alineados y por lo tanto, el momento del cepillado será más sencillo.
- ¿Existen alimentos prohibidos? En el proceso de ortodoncia, si has decidido ponerte brackets, procura llevar una dieta más blanda de lo habitual. En el caso de las fundas, a diferencia de los aparatos fijos, se puede comer sin restricciones mientras se quiten los “aligners” para comer.
- El coste vale la pena. En este caso, no como en el de los niños, eres tú el que paga para ti. Por ello, sabrás si realmente lo necesitas o no. Lo que está claro es que si quieres presumir de sonrisa y de buena higiene deberás hacerte una ortodoncia.
La técnica ha avanzado muchísimo y las molestias producidas por el tratamiento cada vez son menores, a la vez que los tiempos se acortan.