Para conseguir una dentadura más blanca, tenemos dos opciones: blanqueamiento dental y carillas.
El blanqueamiento dental mediante el uso de geles de peróxido consigue eliminar las tinciones internas de los dientes, consiguiendo un color más claro. Los sistemas más avanzados en la actualidad son aquellos geles de peróxido que se activan por luz fría o led, consiguiendo los mejores resultados con menos sensibilidad dental. Las pastas blanqueadoras y los geles que se venden en farmacias no son recomendables, ya que no disponen de la concentración efectiva para realizar un correcto blanqueamiento, y al ser abrasivas, si se usa durante mucho tiempo, desgasta el esmalte, que es la capa protectora del diente y la que le da el color más claro.
Las pastas blanqueadoras y los geles que se venden en farmacias no son recomendables, ya que no disponen de la concentración efectiva para realizar un correcto blanqueamiento
En cuanto a las carillas, son láminas de porcelana o composite que se adhieren a la cara externa de los dientes anteriores, pudiendo modificar el color y también la forma del diente. Están indicadas cuando no se puede conseguir el color deseado en el blanqueamiento dental.
Para mantener el color de nuestros dientes a lo largo del tiempo, es muy importante eliminar el tabaco y los alimentos que tiñen (café, té, colorantes alimenticios, etc.), además de tener una buena higiene diaria.