Las enfermedades cardiovasculares son un conjunto de afecciones del corazón y los vasos sanguíneos, que ocurren principalmente cuando la grasa y el colesterol se acumulan en las paredes de las arterias originando lo que se conoce como una arteriosclerosis. El estrechamiento de los vasos sanguíneos que esto produce puede ocasionar con el tiempo problemas sistémicos de importancia como infartos o accidentes cerebrovasculares.
En los últimos años, se ha visto que existe una relación entre la salud oral y las enfermedades cardiovasculares, concretamente se ha relacionado con la periodontitis. La periodontitis es una enfermedad infecciosa que afecta a los tejidos de sostén del diente, la cual tiene un origen multifactorial y una prevalencia del 30-40% de la población adulta.
Esto denota que se trata de una alteración bastante frecuente en la población, y por ello varios autores se han dedicado a investigar si existe dicha relación y de qué manera se produce. Entonces. ¿De qué manera la periodontitis afecta a las enfermedades cardiovasculares?
En los últimos años, se ha visto que existe una relación entre la salud oral y las enfermedades cardiovasculares, concretamente se ha relacionado con la periodontitis.
El principal mecanismo de acción se debe al efecto que las bacterias y sus endotoxinas producen sobre las reacciones inflamatorias, los procesos hemostáticos y las alteraciones en el metabolismo de los lípidos
En la bolsa periodontal (espacio que se genera entre el diente y la encía cuando padecemos de periodontitis) se encuentra una gran cantidad de bacterias llamadas gramnegativas. Estas bacterias entran en contacto con el tejido subyacente y con los vasos sanguíneos periodontales, produciendo una infección crónica y localizada en la zona. A partir de esta infección se liberan unas sustancias (citoquinas, antitripsina, fibrinógeno…) que pasan a la circulación general y que afectan a la adhesión y agregación de las plaquetas de la sangre. Promueven la formación de células espumosas y la acumulación de colesterol en las arterias, lo que favorece la arteriosclerosis y la trombosis, pudiéndose producir una enfermedad coronaria.
A pesar de ello, no debemos echarnos las manos a la cabeza. Es cierto que son muchas las hipótesis que intentan encontrar una relación entre la enfermedad periodontal y la cardiopatía isquémica, e incluso existen hallazgos en los que se aprecia una evidente asociación entre la periodontitis su tratamiento y las posibles implicaciones en la salud pública, pero es necesario realizar más estudios para poder determinar si esta asociación existe realmente, y en el caso de que así sea, se debe establecer si la relación entre la periodontitis y la enfermedad coronaria es de tipo causa-efecto, y si el tratamiento de la periodontitis podría contribuir en alguna medida a la prevención de la aterosclerosis, y el infarto de miocardio.
Se liberan unas sustancias (citoquinas, antitripsina, fibrinógeno…) que pasan a la circulación general y que afectan a la adhesión y agregación de las plaquetas de la sangre. Promueven la formación de células espumosas y la acumulación de colesterol en las arterias,
Además hay que tener en cuenta que factores de riesgo como la edad , el consumo de tabaco y la hipercolesterolemia son compartidos por las dos enfermedades y por lo tanto pueden ser un factor predisponente.