¿Qué son las aftas bucales?
Las aftas bucales son pequeñas protuberancias blancas rodeadas de un borde rojizo que pueden aparecer en cualquier zona de la mucosa oral (labios, lengua, mejillas…) . Pueden presentarse como una única lesión aislada o aparecer varias. Son bastante dolorosas, pero no son graves ni contagiosas, aunque pueden resultar muy incómodas a la hora de hablar, comer, cepillarse los dientes.
Son muy frecuentes. Casi todo el mundo refiere haber tenido aftas bucales en algún momento de su vida. Son más comunes en adolescentes y adultos jóvenes, y tienden a disminuir su incidencia con el paso de los años.
¿Qué las causa?
Aunque no se conoce la causa exacta que las provoca, algunos estudios demuestran que hay factores que parecen influir directamente en su aparición.
- El tabaco.
- Deficit de algunas vitaminas y minerales
- Inmunodepresión: cualquier situación que implique una bajada de defensas puede favorecer la aparición de las aftas bucales. Simplemente, estados catarrales o gripales pueden ir acompañados de este tipo de lesiones.
- Estrés emocional
- Alteraciones hormonales durante el ciclo menstrual.
- Algunas alergias alimenticias.
- Algunas enfermedades sistémicas como el lupus, la enfermedad celiaca o la enfermedad de Crohn.
- Reflujo gastroesofágico.
Es importante no confundirlas con otro tipo de lesiones como el herpes. Por ello ante cualquier duda acuda al especialista para que evalúe que tipo de afectación padece.
¿Cómo las tratamos?
Aunque existen muchos productos indicados para el tratamiento de las aftas, no existe ningún remedio milagroso. Suele tratarse de geles, sprays o colutorios que tienen como único objetivo acelerar el proceso de cicatrización y en algunos casos reducir la molestia a través de un efecto anestésico.
El tratamiento mas eficaz es evitar colutorios con alcohol y alimentos que puedan irritar la mucosa oral, como el picante o los cítricos.